Te acordas hermano, que tiempos aquellos
Veinticinco abriles que no volverán
veintincinco abriles, volver a tenerlos,
si cuando me acuerdo me pongo a llorar.
¿Donde están los muchachos de entonces?
Barra antigua de acero, donde estan
Yo y vos solo quedamos, hermano
Yo y vos solo para recordar.
Veinticinco abriles que no volverán
veintincinco abriles, volver a tenerlos,
si cuando me acuerdo me pongo a llorar.
¿Donde están los muchachos de entonces?
Barra antigua de acero, donde estan
Yo y vos solo quedamos, hermano
Yo y vos solo para recordar.
Al parecer, provienen de la arquitectura egipcia este tipo de capiteles cerrados, en forma de capullo de loto. También los llaman "capiteles en capullo" o "capiteles bulbeiformes o lotiformes", aunque en el caso de los capiteles vegetales del Comedor del Hotel Miramar, suerte de palaciega veranda elevada sobre su piano nobile para mirar el mar, Alejandro Chataing, su arquitecto, no quisiera cerrar los pétreos bulbos del todo...
Volviendo a contemplarlos a casi un siglo de haber sido erigidos (1925) en su magnífico sitial en la costa caraqueña, altos sobre sus albos tallos cilíndricos, unos lucen como un jardín plantado de Zinias troqueladas, mientras que entre las hojas de los otros -los más- asoman litorales rosaledas. Y es que en el Comedor del Miramar, donde una vez Gardel cantó, este bosque de tallos era comúnmente recubierto de hiedras trepadoras u otras hierbas tropicales rampantes, lo que da fe de que -como en el tango de Gardel- en los Tiempos viejos de la ciudad de CARACAS los expertos en hotelería también eran expertos dans le gô
Apparently, this type of closed capitals in the shape of lotus buds, come from Egyptian Architecture. They are also called "Bud capitals" or "Bulb or lotus capitals", though in the case of the vegetable capitals of the Hotel Miramar´s Dining room, a palatial veranda raised on its piano nobile to look at the sea, Alejandro Chataing, the architect, did not want to close the stony bulbs completely...
Coming back to look at them almost a century after the time when they were raised (1925) in their magnificent location on the Caracas coast, high on their white cylindrical stems, some shine as a garden of sculpted Zinnias, whereas the leaves of the others -the majority- depict coastal roses. In the Miramar´s Dining room, where once sang Gardel, this forest of stems commonly was covered with climbing ivies or other tropical rampant herbs, which gives faith that -as in Gardel's tango - in the Tiempos viejos of the city of CARACAS, hotel experts were also experts dans le gôut Art Nouveau.
Hannia Gómez, 2009.
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